Karina Cicovin - Fotografía
El grito

El grito

El grito

El grito

El grito
Y como torbellino, su fuerza arrasadora movió en mí esa necesidad de ir por nuestros derechos. Salir a la calle a mostrar lo que nos pasa. Involucrarse aún más. Es en la acción conjunta que se logrará. Me acerqué a diferentes espacios y comencé a participar asiduamente. Fui un alma más entre tantas; una palabra, un grito, un abrazo. ¡Fui a poner el cuerpo para acercarme a mi esperanza! Voy sembrando en lugares que aún no perciben su importancia.
Creo en dejar huella para que otros puedan seguirla. Creo en el derecho plural que reclama. Creo en esa marea expresiva que nos convoca, que toma impulso y crece. Creo en los cuerpos en alianza, en la igualdad de derechos.
De cada momento me llevo imágenes, sonidos y palabras, todo aquello que sirva para nutrirme y transformarme. En la calle, la lucha está instalada. En nosotras también.
En todo cambio hay un proceso previo, un despertar que nos conduce casi de manera inconsciente, a buscar los motivos y las herramientas para hacer un giro en un modo de vida, para que podamos involucrarnos y ser parte de esa mutación tan necesaria.
La sociedad se expresa profundamente. Las manifestaciones, las marchas, las protestas feministas estás pobladas de imágenes de hermosa sororidad, de alegría, de colores que se llevan como distintivo. Cantos que hablan de lucha y deseo de libertad.
Una de las primeras luchas de mujeres en Argentina fue en 1907, recordada como la huelga de los conventillos o llamada también huelga de las escobas, donde repudiaban el aumento de los alquileres. Mujeres que dan batalla y toman la calle con sus protestas.
El feminismo no es de ahora, sin embargo, ha crecido muchísimo en Argentina a partir del año 2015 con el movimiento Ni una menos, surgido para visibilizar tantísimos femicidios, la violencia contra las mujeres y las desigualdades de género en todos los ámbitos de la sociedad.
Son multitudinarias las marchas y sumamente conmovedoras. El cuerpo, ese que es tantas veces violentado, abusado y maltratado, se manifiesta. Es ese mismo cuerpo que ha decidido dejar de someterse a los gustos y exigencias patriarcales.
El 19 de octubre de 2016 se produjo el primer paro nacional de mujeres en Argentina. Luego por internacionalismo feminista se pasó al 8 de marzo, enlazando la lucha obrera y feminista. Es así que se pone en acción esta protesta y surge una nueva estrategia para tantos reclamos que hace tiempo se realizan. Se discute en asambleas, creció la cantidad de personas que se suman cada año en el Encuentro Nacional de Mujeres y es inmensa la marea verde que pide legalizar el aborto, cuyo proyecto de ley fue presentado por octava vez en abril de 2019 por La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto. El feminismo es ese gran movimiento, de corte horizontal y plurinacional. ¡Es el grito que nos une!